domingo, 21 de enero de 2018

Málaga- David Raya

Los hammudíes, ilustres príncipes árabes muy berberizados ocuparon el califato en Córdoba desde 1016 a 1026, con algún interregno omeya, en medio de querellas familiares por la sucesión califal que precipitaron su decadencia. Esas querellas les llevaron también a la escisión de su territorio, ocupando una rama Algeciras y otras Málaga. Málaga fue la sede desde 1026 de Yahya b. Ali b. Hammud, Al Mutali, que en esa fecha se retiró de Córdoba hacia sus más seguras bases litorales orientales.
Mantuvo, sin embargo, ciertas reivindicaciones sobre los pequeños reinos beréberes, especialmente sobre el de Carmona, a cuyo régulo desplazó, yendo este a refugiarse a Sevilla, hacia donde se dirigió entonces la intención conquistadora de los Hammudíes.
Al Mutali murió en una emboscada ante los muros de Sevilla, en 1035, y su hermano Idris fue proclamado califa por Habus de Granada y Zuhair de Almería, a los cuales acabó uniéndose, contra Sevilla, el soberano beréber de Carmona, y logrando todos derrotar a los sevillanos, en Écija, a finales del año 1039, año en que murió este califa hammudí, Idris I al Mutayyad.
En Málaga, desde la muerte de al Mutayyad (1039), hasta la ocupación de la taifa por Granada, en 1056-58 se sucedieron siete califas de la línea de Ibn Hammud: Yahya b. Idris al Qaim, desplazado por su tío Hasan b. Yahya b. Ali b. Hammud, en 1040, que ocupó el califato como al Mustansir, para ser sucedido en 1042-43 por su hermano Ibn Hammud Abu Idris [II] b. Ali b. Hammud al Ali, cuyo primer califato duró cuatro años, recibiendo el reconocimiento general y sobre todo el de Badis de Granada, todo lo cual se le retiró a su sucesor, el usurpador Muhammad b. Idris al Madhi, titulado también al Madhi, como el hammudí de Algeciras a quien pasaron a reconocer Granada, Carmona, Morón y Arcos: al Madhi usurpó su trono en febrero de 1047, manifestando una berberofobia que le dejó casi sin partidarios.
El usurpado Ali, refugiado en Bobastro, pretendía en vano ayuda de Suqut de Ceuta. En 1053, al Madhi de Málaga fue envenenado, siendo sucedido por su débil sobrino Idris III b. Yahya b. Idris b. Ali, que se tituló al Sami, y pocos meses después fue capturado, llevado a Ceuta y asesinado por Suqut.
Ali volvió a ser califa de Málaga, en 1053, llevando además el título de al Zafir; a su muerte le sucedió primero su hijo Muhammad II al Mustali, y en seguida su otro hijo, menor de edad, Yahya al Madhi, todo ello ya en fechas imprecisas, hasta que en 1065, Badis de Granada, temiendo que Sevilla lograra ocuparla, se anexionó Málaga sin resistencia. Su último califa, Yahya b. Idris II b. Yahya b. Ali b. Hammud, se refugió en Almería y luego en Córdoba.

Cortijo de las Mezquitas
El denominado Cortijo de las Mezquitas es en realidad una mezquita reutilizada como cortijo. Se sitúa en la confluencia del término municipal de Antequera con el término municipal de Campillos, afectando también el entorno al de Sierra de Yeguas.
A nivel artístico hay que señalar la presencia de un importante número de arcos de herraduras en diferentes partes del inmueble y muy especialmente en lo que podría considerarse el acceso al haram, compuesto por una serie de naves en las que se ha utilizado un tipo de arcos semejantes a los que podemos encontrar en mezquitas como la de Córdoba o la de Madinat al Zahra. Otro elemento que define la monumentalidad espacial de esta mezquita es su patio o sahn, formado por un cuadrado casi perfecto de 28,25 metros de lado que indica la importancia que pudo tener este inmueble religioso en ese enclave rural. 

La mezquita consta de dos partes claramente diferenciadas: el sahn y el haram. El primero presenta una estructura cuadrangular de aproximadamente 30 metros, construida en mampostería, que delimita el espacio del patio y donde posiblemente estaría ubicada la sabil o fuente de las abluciones. El haram estaría definido mediante tres naves paralelas y transversales al muro de la quibla y por otras ocho naves perpendiculares a dicho muro, habiéndose conservado algunos de los arcos de herradura de separación de las naves, así como parte del alfiz que enmarca el vano de acceso al patio. 

En cuanto a los materiales empleados hay que señalar la piedra y los sillares de cantería cortados a escuadra, la mayoría de ellos reaprovechados del yacimiento romano sito en las inmediaciones, siguiendo la pauta, bastante común en la cultura árabe, en cuanto a su adaptación a un espacio dado y al reaprovechamiento de materiales, aunque también es de resaltar la utilización para la construcción de los contrafuertes de sillares de nueva factura, cortados a escuadra y unidos por una capa de argamasa de poco espesor en los que alternan hiladas a soga y tizón, predominando sobre todo las primeras. Destacan en el conjunto la sencillez de los pilares y en el exterior la potencialidad del muro y de los contrafuertes.
DECRETO 535/2008, de 22 de diciembre, por el que se inscribe en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Cultural, con la tipología de Monumento, el Cortijo de las Mezquitas, en los términos municipales de Antequera, Campillos y Sierra de Yeguas (Málaga). . 30/12/2008, 47.

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