jueves, 25 de enero de 2018

Andalucía Cristiana -CÓRDOBA-VICENTE


 Arte Mudéjar 

Mudéjar se refiere a los moriscos que se quedaron en la península tras la llamada reconquista. La sinagoga y la Mezquita son los mejores ejemplos que hay en Córdoba
influencia arte mudejar Andalucia

 El arte mudéjar es una expresión artística nueva que conjuga características propias del hispanomusulmán y de otros estilos coetáneos. Es fruto de la coexistencia de las tres culturas que constituían la sociedad de la España medieval: la cristiana, la musulmana y la judía.

Hoy en dia al decir mudéjar hablamos de un estilo nacido de las sinergias entre los musulmanes y cristianos entre el siglo XII y el siglo XV caracterizado por los elementos del gótico 

Capilla de San Bartolomé (Córdoba)

La capilla de San Bartolomé es una antigua capilla del Hospital del Cardenal  Salazar, actual Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Córdoba .

Este recinto es un buen ejemplo de la estética gótico-mudéjar, con planta rectangular, dividido en la capilla y el atrio ricamente adornados con azulejos y yesería.

Se trata de un templo datado entre 1399 y 1410, de estilo mudéjar, construido a consecuencia de la repoblación de la zona del alcázar viejo tras la dispersión de la población judía, que ocupaba anteriormente el entorno, Fundada a tender a la nueva población de la collación del mismo nombre, mantuvo sus funciones hasta el siglo XVII. 

La capilla, de planta basilical de nave única cubierta con bóveda de crucería, pudo ser parte de un edificio mayor, según apuntan algunos historiadores.

La capilla  fue declara Bien de Interés Cultural el 3 de junio de 1931. El 20 de enero de 2010 abrió sus puertas al público, tras la restauración realizada entre 2006 y 2008. 


Azulejo capilla San Bartolomé


Paredes Capilla San Bartolomé


Detalle de teserias de Capilla San Bartolomé


Interior Capilla San Bartolomé
localización


Casa Mudéjar (Córdoba)
La Casa Mudéjar de Córdoba se esconde al fondo de una calle en pendiente y sin salida próxima a la mezquita.

Se trata de una construcción de gran valor histórico, fruto de la unión de cinco residencias palaciegas de los siglos XIV y XV. Una fusión de pequeñas estancias nobles y cuatro patios empedrados, en un ambiente de hermetismo y rumor de agua.


Las reminiscencias islámicas, propias del estilo mudéjar, se aprecian en el carácter de la vivienda. También son percibidas en la organización de las dependencias, las arquerías y yeserías con motivos decorativos vegetales, así como en los capiteles y columnas que se aprovecharon de anteriores construcciones de tiempos califales. 

Algunas galerías conservan joyas de la carpintería del momento cuyos alfarjes o techumbres planas de madera se componen de vigas y tablas minuciosamente talladas y pintadas con vivos y diversos colores.

 No visitables, pero no por ello menos relevantes, son los restos de pinturas murales que decoran una estancia del piso superior. Fechadas en el siglo XV, corresponden a unos de los escasos restos pictóricos de esta época en Córdoba. No sólo muestran motivos geométricos de inspiración islámica, sino también los escudos nobiliarios de sus moradores y representaciones humanas de cinco virtudes.

 La casa obtuvo el Primer Premio de Ciudades Patrimonio de la Humanidad, tanto por la puesta en valor de sus elementos singulares, como por su óptima adecuación para el uso cultural y social.

puerta casa

interior casa patio


patio abrevadero casa
localización
se refiere a los moriscos que se quedaron en la Península tras la llamada reconquista.

Ver más en: https://www.20minutos.es/noticia/1924436/0/tesoros/mudejar/cordoba/#xtor=AD-15&xts=467263
se refiere a los moriscos que se quedaron en la Península tras la llamada reconquista.

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se refiere a los moriscos que se quedaron en la Península tras la llamada reconquista.

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se refiere a los moriscos que se quedaron en la Península tras la llamada reconquista.

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domingo, 21 de enero de 2018

Andalucía en la época del emirato 711-929-VICENTE


Se conoce como Al-ándalus al territorio de la península bajo el poder musulmán durante la edad media entre los 711 y 1492, durante la época del emirato se dividen en tres etapas: CONQUISTA, EMIRATO DEPENDIENTE, EMIRATO INDEPENDIENTE

1.Conquista (711-714)


Entre los años 711 y 714, los musulmanes ocuparon una parte de la Península Ibérica
La entrada de los musulmanes en la península se produjo con el desembarco en Gibraltar, el 27 de abril de 711, un general musulmán lugarteniente del gobernador de Tánger,lideró un ejército de 9.000 hombres que entraron aprovechando la guerra civil entre los visigodos.
Poco después, el 19 de julio, los visigodos fueron derrotados y su último rey,  murió en la Batalla de Guadalete 711.

Las tropas  avanzaron con gran rapidez ocupando las principales ciudades de Andalucía y la capital del reino visigodo, Toledo, sin encontrar apenas resistencia. En pocos años controlaron casi toda la península 

Las causas de la rápida conquista se deben a que la mayoría de la población hispanorromana no se resistió a la invasión, la nobleza estableció pactos con los conquistadores para conservar sus tierras y su poder y los campesinos simplemente pasaron a depender de los nuevos señores.


2. EL EMIRATO DEPENDIENTE (711-756)

Al-Ándalus pasó a ser, tras la conquista, una provincia o emirato dependiente política y religiosamente del califa omeya de Damasco. La capital se estableció en Córdoba y se nombró un gobernador para controlar el territorio, se organizó el territorio y los conquistadores empezaron a repartirse las tierras y cobrar impuestos pero respetando las creencias y costumbres de los pueblos conquistados.

Desde el principio hasta 756, Al-Andalus fue un emirato dependiente del califato de Damasco. Abd al-Aziz ben Musa ben Nusayr (714-716)
Abd al-Aziz se casó con Egilona, viuda del rey visigodo don Rodrigo muerto durante la vana defensa de su reino. Dados los escasísimos efectivo árabes que ocupaban la Península en relación con la población autóctona, adoptó una política tolerante con el fin de ganarse la adhesión de los habitantes hispano-romano-visigodos


3.EL EMIRATO INDEPENDIENTE (756-929)

En el año 756 el último descendiente de los Omeya, huyendo de los abasíes que había derrotado y aniquilado a los omeyas por el control del califato, llegó a al-Ándalus y se nombró emir independiente del califato de Bagdad con el nombre de Abderramán I . Se rompía así la unidad política del califato aunque se seguía reconociendo la autoridad religiosa del califa de Bagdad, durante el Emirato Dependiente al-Ándalus dependía política y religiosamente del califa omeya de Damasco pero durante el Emirato Independiente sólo dependía religiosamente del califa abasí de Bagdad.
La islamización fue muy rápida y el número de cristianos en territorio musulmán se redujo considerablemente por lo que fueron frecuentes los conflictos entre ellos y la población musulmana.

 Al-Andalus no era capaz de organizarse de forma efectiva por los continuos enfrentamientos y problemas políticos internos cuando apareció providencialmente un príncipe Omeya que sería clave para el devenir de Al-Andalus. Se trata de del príncipe Abd al-Rahmán, único superviviente de la matanza de la familia Omeya, ordenada por el nuevo califa abasí.
Abd al-Rahmán, el Inmigrado, obtiene el poder efectivo de Al-Andalus y se convierte en el primer emir independiente



Conquista


Emirato independiente

 Emirato dependiente



Abd al-Rahmán I  estatua representativa 



 Abd al-Rahmán I Fundador del emirato independiente de al-Ándalus

 dirham de plata, encontrado en la actual ciudad de Córdoba





Resumen reinos de taifas 1031-1238- David Raya


Los Reinos de Taifas










A comienzos del siglo XI se produjo en el territorio musulmán de la Península Ibérica un importante acontecimiento político: la descomposición del Califato de Córdoba. La subida al poder de Almanzor y los amiríes provocó numerosos conflictos internos que favoreció los movimientos disidentes en Al-Andalus, hasta el punto de fragmentar el territorio. Nacían, de esta manera, los primeros Reinos de Taifas, un período de la Historia musulmana en la Península que contó con importantes acontecimientos. El último califa Omeya que reinaría de forma unitaria toda Al-Andalus fue Hisham III, que se impuso a los descendientes de Almanzor, aunque ello no fue suficiente para mantener la unidad del territorio.
La guerra civil que favoreció la aparición de los reinos independientes de Taifas contaron con tres grupos étnicos beligerantes: andalusíes, eslavos y bereberes. Cada uno de ellos se había hecho fuerte en diferentes regiones del Califato, hasta el punto de conseguir el poder en las diferentes Taifas. Éstas consiguieron la independencia en un rápido intervalo de tiempo, entre los años 1009 y 1016. Desaparecía, de esta violenta manera, el poder unitario musulmán en la Península, para dar paso a la vida independiente de los diferentes reinos emergentes.
Los eslavos eran antiguos esclavos de origen europeo que habían ascendido socialmente durante el gobierno de Almanzor. Ellos establecieron sus Taifas independientes en la zona del Levante peninsular. Por su parte, los bereberes procedían del norte de África, y llegaron a Al-Andalus durante los años de consolidación del Califato. Este grupo étnico se estableció en el sur de la Península. Por último, estaban los andalusíes. Éstos eran los descendientes de los primeros árabes llegados a Hispania en el año 711. Ellos ocuparon el resto de Al-Andalus, con importantes Taifas, como eran las de Toledo (antigua capital visigoda) o Zaragoza.
Por zonas, vamos a analizar a continuación los principales reinos de Taifas que surgieron en la Península Ibérica. Comenzando por el Suroeste, destacaron algunas como Huelva, Algeciras, Córdoba (donde habían caído los Omeyas) y Sevilla. En esta localidad y su territorio circundante reinó la dinastía de los Abadíes, descendientes de Ben Abbad. Tampoco debemos olvidar la Taifa de Granada. En la antigua ciudad de Elvira comenzó a gobernar la familia de Abd Allah. Sería más adelante, ya en el siglo XIII (más concretamente, con el surgimiento de los terceros Reinos de Taifas) cuando Granada quedará como única región musulmana independiente. Sería entonces cuando reinarían en ella los nazaríes.
En el Levante peninsular, como se ha comentado, se establecieron las Taifas de eslavos. Las más importantes fueron las de Murcia, Denia (que abarcó también las Islas Baleares), Tortosa y, sobre todo, Valencia. Una de las dinastías reinantes en la ciudad del Turia fue la de Al Qadir, que anteriormente había gobernado en Toledo. Uno de los acontecimientos más importantes habidos en el siglo XI fue la efímera conquista cristiana de Valencia, por parte de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador.
En la zona centro, destacaron dos importantes Taifas: Badajoz y Toledo. En ésta última, reinó la dinastía Zennur. La toma de Toledo por Alfonso VI de Castilla en el año 1085 supondría un importante golpe al mundo musulmán en la Península. De hecho, esta fecha se considera el comienzo del final de las primeras Taifas.
Nos queda ver, por último, la zona del valle del Ebro. Aquí destacaron las Taifas de Albarracín (provincia actual de Teruel) y, sobre todo, Zaragoza. La antigua dinastía de los Banu Qasi dio paso al gobierno de una nueva familia, los Banu Hud. La administración de la Taifa se desarrolló desde el palacio de la aljafería de Zaragoza, hasta que Alfonso I el Batallador de Aragón la conquistara.
La caída en manos cristianas de esta última ciudad, pero sobre todo también de Toledo, provocaron movimientos internos en las diferentes Taifas. Ello favoreció la desaparición de estos reinos musulmanes, aunque también se vio afectada por un factor externo: la llegada de los almorávides. Pueblo nacido en la ciudad de Marrakech (Marruecos), formaron un importante imperio que les llevó a invadir la Península Ibérica. Su avance fue imparable, de tal manera que pronto, los territorios musulmanes quedaron, de nuevo, unificados bajo un mismo poder.

Almería- David Raya

Régulo de Almería, 1011-1014. Sabemos que a finales del s. X y comienzos del XI una serie de gobernadores de Almería mantenían allí la soberanía del califato de Córdoba: Ibn Maslama, luego al Qasim b. al Qasim b. Abderramán (996-997), luego Ibn Hudayr, luego Ibn Faryun al-Robólo, luego Ibn Sa´id, y entre agosto de 1009 y agosto de 1010 gobernó Pechina, Almería y sus distritos Abderramán b. Rawis. Este compartía su poder con el eslavo Aflah, pero pelearon, abandonando el primero Almería y, con ayuda de los beréberes, se hizo fuerte en Pechina, donde fue muerto. Poco después Pechina se despobló en fecha imprecisa de 1011-1012, y sus habitantes se trasladaron a Almería, donde dominaba el eslavo, ahora secundado por Ibn Hammud, entre los cuales también hubo luchas en seguida, narradas por don Rodrigo Ximénez de Rada y luego por la primera Crónica General de España, y solo aludidas por al Udri, que cuenta como intervinieron en ellas los abid, los esclavos negros, como seguramente hay que entender la denominación. Al cabo, en julio de 1014, Jayran fue contra Aflah y ocupó Almería, ampliando con ella los dominios que hasta entonces tenía, e instalando allí el centro de su poder hasta su muerte, en junio-julio de 1028.

Alcazaba y Murallas del Cerro de San Cristóbal

La Alcazaba se asienta sobre un cerro aislado, de planta alargada, que va descendiendo suavemente desde la cota de 95 metros en dirección Oeste-Este. Este cerro queda circunscrito, al Norte por el Barranco de la Hoya y el Cerro de San Cristóbal, a levante por la Rambla de Gomar, a poniente por el Barranco de La Chanca y al Sur con la ciudad. En total conforma un conjunto de 450 metros de longitud, 29.000 metros cuadrados de superficie total y 1.430 metros de perímetro murado, a ello hay que añadir los lienzos de muralla de Jayrán y las del Cerro de San Cristóbal.

Decreto 83/2004, de 24 de febrero, por el que se delimita el entorno del Bien de Interés Cultural integrado por la Alcazaba y Murallas del Cerro de San Cristóbal, en Almería. 16/03/2004, 6628.

Imagen de Alcazaba y Murallas del Cerro de  San Cristóbal

Granada- David Raya

Régulo de Granada, 1013-1020. Caudillo beréber activo a principios del s. IX. Provenía de una de las tribus sinhaya norteafricanas, en cuyas disputas se vio envuelto, causa probable de su paso a la Península. En Córdoba sirvió como mercenario beréber al caudillo amirí Almanzor y, más tarde a su hijo, Abderramán Sanchuelo. Tras la muerte de este y el inicio de la fitna (1009), tomó partido por el pretendiente beréber al trono califal, Sulayman al Mustain (1009, 1013-1016), frente al omeya Muhammad II al Mahdi (1009, 1010).
Así, tras concluir una alianza con el conde Sancho I García de Castilla (995-1017), ambos ejércitos, el beréber y el castellano, avanzaron sobre Córdoba, y tras derrotar al ejército de Muhammad II al Mahdi en las cercanías de Alcolea de Córdoba y saquear sus arrabales, tomaron la capital del califato (8-XI-1009), donde al día siguiente Sulayman al Mustain fue entronizado.
No obstante, la derrota en el Vacar (V-1010) supuso la pérdida de Córdoba en manos de Muhammad II. Repuesto en el trono el antiguo califa omeya Hisam II (976-1009, 1010-1013), Zawí dirigió un largo asedio de los beréberes a la capital, que fructificó finalmente con la reposición de Sulayman al Mustain y un nuevo saqueo de la ciudad por las tropas beréberes. Sulayman al Mustain recompensó a Zawí con el feudo de Elvira (Granada), que Zawí convirtió en centro de sus dominios y, posteriormente de la dinastía zirí.
Se declaró vasallo del nuevo califa hammudí, Ali b. Hammud (1016-1018), a la muerte del cual rechazó un intento de invasión de su cora por un nuevo y efímero pretendiente omeya al trono califal, Abderramán IV al Murtada (1018). Poco después decidió volver a su patria norteafricana, seguramente con la intención de tomar el mando de la ciudad de Qayrawan, no sin antes delegar el gobierno en sus hijos y un consejo de ancianos, aunque finalmente quien accedió a él fue su sobrino Habus b. Maksan.

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Alhambra de Granada:  Ciudad palatina, andalusí, compuesta o consistente en un conjunto de palacios, jardines y fortaleza-alcázar. Servía de alojamiento al monarca y a la corte del Reino nazarí de Granada. Se levanta sobre la colina de la sabika.  La ocupación de esta colina sse remonta a tiempos romanos.Del año 899 datan las primeras referencias escritas de un emplazamiento militar en la zona. A mediados del siglo XI al convertirse Granada en capital del reino de Taifa, baja la dinastía Ziríes, se ampliaránlas construcciones. La Alhambra pasó a ser residencia real a partir de 1238 con la llegada al poder de Muhammad ibn Nasr, primer monarca del Reino Nazarí de Granada. Fue  declarada 2l 2 de Noviembre de 1984 Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.

Córdoba- David Raya

Cuando Fernando III conquista Córdoba, el solar en el que estaba el Alcázar islámico es repartido entre el propio monarca, la Iglesia bajo la figura del obispo, varios nobles y la Orden de Calatrava, siendo el Alcázar utilizado como residencia real. Además, se fortificará la zona en la que se unía el poder político y el religioso, es decir, la zona de la fortaleza andalusí y de la Mezquita. En nuestro recorrido por el Alcázar de los Reyes Cristianos, también conocido como Alcázar Nuevo, podremos comprobar cómo la visión actual que tenemos del conjunto se corresponde a las distintas intervenciones que ha sufrido a lo largo de los siglos. La  Unesco define el Patrimonio como el legado que recibimos del pasado, lo vivimos en el presente y lo transmitimos al futuro.

Córdoba, Interior del Museo Vivo de Al-Andalus

Hasta que los notables de Córdoba no decidieron abolir el califato y deponer al omeya Hisam III al Mutadd, el 30-XI-1031, Córdoba había seguido como ilusorio poder central, y solo a última hora anduvo el camino de las otras taifas y se tornó una más, aunque siempre pesó sobre ella la aureola de su historia; igual que en otros centros urbanos —pero este más—, con amplio funcionariado y destacada aristocracia, emergió de sí mismo el recambio de poder, en general asumido por el grupo de sus notables, en informal corporación municipal, en yama´a, presente también en los comienzos autonómicos de Toledo y Sevilla o en algún momento decisivo del periplo de otras, como Valencia y alguna otra.
Y entre esos notables pronto se destacó, o le encomendaron la responsabilidad, al Yahwar, jeque de la comunidadsayj al yama´a, como le llama Ibn al Jatib, sobresaliente por situación familiar y por las circunstancias de su actuación política en años inmediatos: Los Banu Yahwarpertenecían a la gran familia de los Banu Abi Abda, clientes de los omeyas de Damasco, y llegados a al Andalus desde mediado el s. VIII para significarse como visires y otros cargos de los omeyas de Córdoba y también de Almanzor, de quien el padre de Yahwar, llamado Muhammad, había sido secretario particular, y Yahwar también de Abderramán Sanchuelo, además de visir de Sulayman al Mustain, por lo cual Ali b. Hammud acabó encarcelándolo; así que al Yahwar encabezó el alzamiento en Córdoba contra los Hammudíes, erradicándoles de allí desde 1023, alzando después omeyas al califati hasta no poder más, en 1031.

Sevilla- David Raya

Los abbadíes
Familia de rancio abolengo árabe que reinó en la taifa de Sevilla entre 1023 y 1091. Fue una de las pocas familias árabes que mantuvo el poder tras la disolución delCalifato de Córdoba;tenía su origen en la noble tribu yemení de los Banu Lajm lajmíes, oriundos del Yemen, que se instalaron en la Península Ibérica durante la fase inicial del desarrollo de al Andalus.
Un miembro de esta tribu árabe, llamado itaf, jefe de un contingente del ejército yund de Emesa, entró en al Andalus con las tropas sirias de Baly (743) y se estableció en la aldea de Yawin, perteneciente al distrito de Tocina, junto al Guadalquivir. Este personaje es el origen del linaje de los Banu Abbad o Abbed que, siete generaciones más tarde, se hicieron con el dominio de Sevilla, convirtiéndose en los soberanos más célebres e importantes de la época taifa.
Tuvo preeminencia en Sevilla desde la época deAl-Hakam ll y, sobre todo, durante el periodo amirí, pues Almanzor había nombrado a un antepasado, Ismail b. Abbad, juez (caíd) de la ciudad, cargo que pasó a su hijo, fundador de la dinastía. Llegó a ser la taifa más poderosa de la Península e incluso logró llenar el vacío de poder de Córdoba, fuera de la influencia beréber. Tras una primera etapa de coexistencia con los restantes reinos de taifa surgidos de dicho proceso, los abbadíes acabaron convirtiéndose en la dinastía gobernante sobre la mayor parte del occidente de al Andalus.
A partir de la época abbadí, Sevilla comienza a erigirse en el principal centro urbano andalusí, relegando a Córdoba a un segundo plano, en un proceso de desarrollo sostenido que alcanzará su culminación durante la época almohade. Pero su fama ha pasado a la posteridad, más que por la habilidad política de sus representantes, por el mecenazgo cultural que estos ejercieron; se rodearon de sabios y poetas, a los que colocaron en los puestos de mayor importancia.
Fueron tres los reyes pertenecientes a esta familia los que gobernaron en la taifa sevillana, hasta su conquista por el sultán almorávide Tasufin: Abu Al Quaim (1023-1042); al-Mutadid (1042-1069) y Al-Mutamid (1069-1091).

Cruzando el Puente Romano, en la orilla Sur del Guadalquivir, encontramos la Torre de la Calahorra, o "Castillo Libre", según su significado etimológico. Su origen lo tenemos en época de dominio árabe, alrededor de la segunda mitad del siglo XII, siendo entonces una fortaleza levantada por los musulmanes sobre los restos de la anterior puerta romana que allí había.

Córdoba, Torre de la Calahorra

Huelva- David Raya

Rociana del Condado

El municipio de Rociana del Condado está situado en el sector suroriental de la provincia de Huelva, en pleno corazón de la campiña onubense.
Los restos arqueológicos aparecidos en Rociana apuntan a una temprana ocupación de estas tierras, al menos desde el Neolítico. Durante la dominación romana, en torno a las vías de comunicación surgen numerosos núcleos de población de distinta entidad que organizan la producción de los recursos agrícolas. Es el caso del hábitat de Rociana, que siempre ha sido un punto estratégico en el cruce de varios caminos.En los siglos de dominación árabe, Rociana continua subsistiendo como una modesta alquería de vocación agrícola-ganadera. Tras la conquista cristiana de estas tierras por Alfonso X el Sabio, se expulsa a todos los habitantes de credo musulmán y se propicia su repoblación. Durante los siglos posteriores, esta localidad pasa a depender del Condado de Niebla, concediéndosele a mediados del siglo XVIII el título de Villa.

El municipio de Rociana del Condado pertenece a la Demarcación Paisajística de Doñana y Bajo Guadalquiviry a la Demarción paisajística del Condado de Huelva.

La familia Abd al Aziz al Bakrí debió contar entre las más ilustres de la región onubense, de modo que al comenzar las guerras civiles, ante el vacío de poder central, se hizo cargo del gobierno autónomo en Huelva y su importante apéndice la entonces isla de Saltés. Este Abd al Aziz, Abu Zayd o Abu Mus´ab, Izz al Dawlafue jurado allí soberano en 1012-13; su reinado se mantuvo y prolongó, mientras su fama crecía y su poder iba en aumento, hasta que le afectó el ansia expansiva de Al Mutadid de Sevilla, con ataques que obligaron al soberano bakrí a cederle su capital, si le dejaba sobrevivir en Saltés, como en principio accedió, para al cabo obligarle a entregársela también, yendo al Bakrí a refugiarse a Córdoba, tras pasar quizá por Sevilla, pues la persecución del señor sevillano no se ensañaba demasiado en enemigo vencido; así ocurrió en 1051-53.

Málaga- David Raya

Los hammudíes, ilustres príncipes árabes muy berberizados ocuparon el califato en Córdoba desde 1016 a 1026, con algún interregno omeya, en medio de querellas familiares por la sucesión califal que precipitaron su decadencia. Esas querellas les llevaron también a la escisión de su territorio, ocupando una rama Algeciras y otras Málaga. Málaga fue la sede desde 1026 de Yahya b. Ali b. Hammud, Al Mutali, que en esa fecha se retiró de Córdoba hacia sus más seguras bases litorales orientales.
Mantuvo, sin embargo, ciertas reivindicaciones sobre los pequeños reinos beréberes, especialmente sobre el de Carmona, a cuyo régulo desplazó, yendo este a refugiarse a Sevilla, hacia donde se dirigió entonces la intención conquistadora de los Hammudíes.
Al Mutali murió en una emboscada ante los muros de Sevilla, en 1035, y su hermano Idris fue proclamado califa por Habus de Granada y Zuhair de Almería, a los cuales acabó uniéndose, contra Sevilla, el soberano beréber de Carmona, y logrando todos derrotar a los sevillanos, en Écija, a finales del año 1039, año en que murió este califa hammudí, Idris I al Mutayyad.
En Málaga, desde la muerte de al Mutayyad (1039), hasta la ocupación de la taifa por Granada, en 1056-58 se sucedieron siete califas de la línea de Ibn Hammud: Yahya b. Idris al Qaim, desplazado por su tío Hasan b. Yahya b. Ali b. Hammud, en 1040, que ocupó el califato como al Mustansir, para ser sucedido en 1042-43 por su hermano Ibn Hammud Abu Idris [II] b. Ali b. Hammud al Ali, cuyo primer califato duró cuatro años, recibiendo el reconocimiento general y sobre todo el de Badis de Granada, todo lo cual se le retiró a su sucesor, el usurpador Muhammad b. Idris al Madhi, titulado también al Madhi, como el hammudí de Algeciras a quien pasaron a reconocer Granada, Carmona, Morón y Arcos: al Madhi usurpó su trono en febrero de 1047, manifestando una berberofobia que le dejó casi sin partidarios.
El usurpado Ali, refugiado en Bobastro, pretendía en vano ayuda de Suqut de Ceuta. En 1053, al Madhi de Málaga fue envenenado, siendo sucedido por su débil sobrino Idris III b. Yahya b. Idris b. Ali, que se tituló al Sami, y pocos meses después fue capturado, llevado a Ceuta y asesinado por Suqut.
Ali volvió a ser califa de Málaga, en 1053, llevando además el título de al Zafir; a su muerte le sucedió primero su hijo Muhammad II al Mustali, y en seguida su otro hijo, menor de edad, Yahya al Madhi, todo ello ya en fechas imprecisas, hasta que en 1065, Badis de Granada, temiendo que Sevilla lograra ocuparla, se anexionó Málaga sin resistencia. Su último califa, Yahya b. Idris II b. Yahya b. Ali b. Hammud, se refugió en Almería y luego en Córdoba.

Cortijo de las Mezquitas
El denominado Cortijo de las Mezquitas es en realidad una mezquita reutilizada como cortijo. Se sitúa en la confluencia del término municipal de Antequera con el término municipal de Campillos, afectando también el entorno al de Sierra de Yeguas.
A nivel artístico hay que señalar la presencia de un importante número de arcos de herraduras en diferentes partes del inmueble y muy especialmente en lo que podría considerarse el acceso al haram, compuesto por una serie de naves en las que se ha utilizado un tipo de arcos semejantes a los que podemos encontrar en mezquitas como la de Córdoba o la de Madinat al Zahra. Otro elemento que define la monumentalidad espacial de esta mezquita es su patio o sahn, formado por un cuadrado casi perfecto de 28,25 metros de lado que indica la importancia que pudo tener este inmueble religioso en ese enclave rural. 

La mezquita consta de dos partes claramente diferenciadas: el sahn y el haram. El primero presenta una estructura cuadrangular de aproximadamente 30 metros, construida en mampostería, que delimita el espacio del patio y donde posiblemente estaría ubicada la sabil o fuente de las abluciones. El haram estaría definido mediante tres naves paralelas y transversales al muro de la quibla y por otras ocho naves perpendiculares a dicho muro, habiéndose conservado algunos de los arcos de herradura de separación de las naves, así como parte del alfiz que enmarca el vano de acceso al patio. 

En cuanto a los materiales empleados hay que señalar la piedra y los sillares de cantería cortados a escuadra, la mayoría de ellos reaprovechados del yacimiento romano sito en las inmediaciones, siguiendo la pauta, bastante común en la cultura árabe, en cuanto a su adaptación a un espacio dado y al reaprovechamiento de materiales, aunque también es de resaltar la utilización para la construcción de los contrafuertes de sillares de nueva factura, cortados a escuadra y unidos por una capa de argamasa de poco espesor en los que alternan hiladas a soga y tizón, predominando sobre todo las primeras. Destacan en el conjunto la sencillez de los pilares y en el exterior la potencialidad del muro y de los contrafuertes.
DECRETO 535/2008, de 22 de diciembre, por el que se inscribe en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Cultural, con la tipología de Monumento, el Cortijo de las Mezquitas, en los términos municipales de Antequera, Campillos y Sierra de Yeguas (Málaga). . 30/12/2008, 47.